Aporte de la revisión filológica a los textos
Probablemente, muchas personas se han hecho esta pregunta cuando sus tutores de tesis o asesores editoriales les han sugerido contratar los servicios de un filólogo. Por ese motivo este texto tratará de explicar no solo qué aporta un filólogo, sino cómo lo hace.
Como lo afirma Schottus: “Cuando leemos el trabajo de otros tenemos los ojos de un lince. Cuando leemos el propio, somos ciegos como topos”. A partir de esta afirmación se puede asegurar que los filólogos son linces a la hora de revisar los textos y buscan aquellos errores que llegan a afectar su calidad, legibilidad y coherencia.
Durante el proceso de redacción, los autores cometen muchos errores que pasan desapercibidos, ya sea porque escriben con prisa o porque no conocen el idioma o las normas lingüísticas que lo rigen; la misión del filólogo es encontrar dichos errores y corregirlos, de manera tal que el texto mantenga las ideas originales del autor pero con coherencia y fluida redacción.
Un texto libre de errores o con errores mínimos, denota calidad y profesionalismo, transmite de manera clara y precisa las ideas u objetivos del autor, que es el fin mismo de la escritura.
Para alcanzar el objetivo de un texto con excelente ortografía, coherencia y fluidez, el filólogo realizará distintas acciones en su documento que van desde la corrección de estilo hasta la corrección ortotipográfica.
Entre los aspectos relacionados con la corrección de estilo, se pueden mencionar los siguientes: con respecto al vocabulario trata de disminuir las imprecisiones de este, mediante el uso de sinónimos, eliminación de vicios léxicos, muletillas, entre otros.
Con respecto a la gramática y sintaxis, busca que el texto cumpla con las normas vigentes, eliminar errores de concordancia, empleo inadecuado de tiempos verbales, etc; además, recurre al empleo de conectores del discurso, oraciones subordinadas, eliminación de pleonasmos, etc, con el fin de brindarle mayor fluidez al texto.
Todo lo anterior permitirá que el texto se adecúe de la mejor manera para el lector al que está destinado, ya que según el área académica, contexto geográfico o cultural al que pertenezca, la forma de presentar los contenidos puede variar, con el fin de que el destinatario pueda comprenderla.
La corrección ortotipográfica está relacionada con aspectos como los errores ortográficos y de puntuación, los cuales son corregidos por el filólogo. Este también se encarga de verificar que el uso de mayúsculas, tildes, formación de abreviaturas, y escritura de cifras, magnitudes y sus símbolos, entre otros, se lleve a cabo según la norma, específicamente la Real Academia Española de la Lengua (2010). También se encarga de unificar el uso de cursivas, comillas, negritas, versalitas, topos, numeración, etc.
Por último, el filólogo brinda asesoría en lo que respecta a normas de citación y creación de referencias bibliográficas, con el fin de evitar que el autor caiga en problemas de plagio por desconocimiento de las normas y además pueda proteger su obra.
Si usted desea que le ayudemos a mejorar la calidad de sus textos, no dude en contactarnos. Le aseguramos que nuestro trabajo le brindará los mejores consejos para enriquecer ese documento en el que ha puesto todo su esfuerzo.